Jaime Palacio Osorio, 77, of Bethlehem, passed away on January 26, 2022. He was the beloved husband of Dabeiba Rendon Villada for 56 years. Born in Filadelfia, Colombia, he was a son of the late Jose Jesus Palacio and Maria Clotilde Osorio. He worked at TELECOM (Col.) as a manager for many years before his retirement.

Survivors: In addition to his wife, he is survived by his children Diana Garcia, Myriam Z Palacio, Jorge Palacio, Beatriz Y Palacio, 7 grandchildren, and 7 brothers and sisters: Gersain, Gilma, Jairo, Gislena, Ana, Josue, and Henry.

Father, I just want to thank you from the bottom of my heart for all the great moments shared over the years, I only have the beautiful memories of all those moments that marked my life with great teachings. Thank you, Father, for all the sacrifices made to, in one way or another, move us forward.
Today, your departure has left a great void in our lives, but in the same way we understand that now you are in a better place where tranquility and spiritual peace can comfort you better.
Also, I want to thank you for all your affection and unconditional love, and even if you are not in our midst in this material world, we will always carry you in our hearts.
Thank you, Father, and may the Lord and the blessed Virgin Mary always have you in their glory.

Services: Services will be at the convenience of the family.
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Jaime Palacio Osorio, de 77 años y residente de Belén, Pensilvania, falleció el 26 de Enero de 2022. Fue el amado esposo de Dabeiba Rendón Villada durante 56 años. Nacido en Filadelfia, Colombia, era hijo del fallecido José Jesús Palacio y María Clotilde Osorio. Trabajó en TELECOM (Col.) como Gerente durante muchos años antes de su jubilación.
Además de su esposa, le sobreviven sus hijos Diana García, Myriam Z Palacio, Jorge Palacio, Beatriz Y Palacio, 7 nietos, 7 hermanos y hermanas, Gersain, Gilma, Jairo, Gislena, Ana, Josué y Henry.
Padre, solo quiero darte las gracias desde el fondo de mi corazón por todos los grandes momentos compartidos a través de los años, solo me quedan los lindos recuerdos de todos esos instantes que marcaron mi vida con grandes enseñanzas. Gracias Viejo por todos los sacrificios realizados para, de una u otra forma, sacarnos adelante.
Hoy, tu partida ha dejado un gran vacío en nuestras vidas, pero de igual manera entendemos que ahora estas en un mejor lugar donde la tranquilidad y la paz espiritual podrán confortarte mejor.
Nuevamente gracias te doy por todo tu cariño y amor incondicional, y aunque no estes en medio de nosotros en este mundo material, siempre te llevaremos en nuestros corazones.
Gracias Padre, y que el Señor y la Virgen María te tengan siempre en su gloria.
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Antes que nada, quiero decirle a mi Papá lo orgullosa que me siento de Él, nunca me cansaré de decirlo, recuerdo lo mucho que se esmeraba por darnos siempre lo mejor, porque nunca nos faltara nada. Mis memorias de infancia son hermosas, las recuerdo con nostalgia también porque sé que no volverán.
Descansa tranquilo Papá, siempre vivirás en nuestros corazones y trataré de no olvidarme de todas esas pautas que me ensenaste para vivir mejor con los míos. Siempre les hablaré a mis hijos de tus anécdotas, de tus locuras, pero sobre todo del gran ser humano que fuiste y que me tocó a mí por Papá.
Te amaré por siempre Papá.